La necesidad de un nuevo rol
docente ocupa un lugar destacado en la retórica educativa actual, sobre todo de
cara al siglo XXI y a la construcción de una nueva educación.
Hoy el docente deseado domina los
saberes -contenidos y pedagogías- propios de su ámbito de enseñanza, facilita
aprendizajes, interpretar y aplicar un
currículo además tiene la capacidad para recrearlo y construirlo a fin de
responder a las especificidades locales.
Ejerce su criterio profesional
para discernir y seleccionar los contenidos y pedagogías más adecuados a cada
contexto y a cada grupo; comprende la
cultura y la realidad locales, y desarrolla una educación bilingüe e
intercultural en contextos de encontrase en él.
Desarrolla una pedagogía activa,
basada en el diálogo, la vinculación teoría - práctica, la
interdisciplinariedad, la diversidad, el trabajo en equipo; participa, junto con sus colegas, en la
elaboración de un proyecto educativo para su establecimiento escolar,
contribuyendo a perfilar una visión y una misión institucional, y a crear un
clima de cooperación y una cultura democrática en el interior de la
escuela; trabaja y aprende en equipo,
transitando de la formación individual y fuera de la escuela a la formación del
equipo escolar y en la propia escuela;
investiga, como modo y actitud permanente de aprendizaje, y a fin de
buscar, seleccionar y proveerse autónomamente la información requerida para su
desempeño como docente; toma
iniciativas en la puesta en marcha y desarrollo de ideas y proyectos
innovadores, capaces de ser sostenidos, irradiarse e institucionalizarse;
reflexiona críticamente sobre su papel y su práctica pedagógica, la sistematiza
y comparte en espacios de inter-aprendizaje con son los Consejos Técnico
Escolar; asume un compromiso ético de
coherencia entre lo que predica y lo que hace, buscando ser ejemplo para los
alumnos en todos los órdenes; detecta
oportunamente problemas (sociales, afectivos, de salud, de aprendizaje) entre
sus alumnos, derivándolos a quien corresponde o buscando las soluciones en cada
caso; desarrolla y ayuda a sus alumnos a desarrollar los conocimientos, valores
y habilidades necesarios para aprender a conocer, aprender a hacer, aprender a
vivir juntos, y aprender a ser; desarrolla y ayuda a sus alumnos a desarrollar
cualidades consideradas indispensables para el futuro tales como creatividad,
receptividad al cambio y la innovación, versatilidad en el conocimiento,
anticipación y adaptabilidad a situaciones cambiantes, capacidad de
discernimiento, actitud crítica, identificación y solución de problemas; impulsa actividades educativas más allá de
la institución escolar, incorporando a los que no están, recuperando a los que
se han ido, y atendiendo a necesidades de los padres de familia y la comunidad
como un todo; se acepta como “aprendiz permanente” y se transforma en “líder del aprendizaje”, manteniéndose
actualizado en sus disciplinas y atento a disciplinas nuevas; se abre a la incorporación y al manejo de las
nuevas tecnologías tanto para fines de enseñanza en el aula y fuera de ella
como para su propio aprendizaje permanente; se informa regularmente a través de
los medios de comunicación y otras fuentes de conocimiento a fin de acceder a
otras la comprensión de los grandes temas y problemas del mundo contemporáneo; prepara a sus alumnos para seleccionar y
utilizar críticamente la información proporcionada por los medios de
comunicación de masas; propicia nuevas y
más significativas formas de participación de los padres de familia y la
comunidad en la vida de la escuela;
está atento y es sensible a los problemas de la comunidad, y se
compromete con el desarrollo local; responde a los deseos de los padres
respecto a los resultados educacionales, a la necesidad social de un acceso más
amplio a la educación y a las presiones en pro de una participación más
democrática en las escuelas (OCDE, 1991);
es percibido por los alumnos a la vez como un amigo y un modelo, alguien
que les escucha y les ayuda a desarrollarse (UNESCO, 1996).
Varias preguntas surgen frente a este listado
de “competencias docentes deseadas” y es una tarea abierta, un desafío del país
y la cada comunidad en concreto.
El docente consiente del papel que juega en el modelo
educativo debe admitir la necesidad del
aprendizaje permanente, es líder de su aprendizaje y se profesionaliza.
Se somete a evaluaciones, se acepta y reconoce las áreas de
oportunidad que puede trabajar y mejorar, como es la incorporación de las TIC´s
en su práctica docente, manejo de grupo,
técnicas y estrategias didácticas.
Como docente se debe realizar una reflexión ética y política
respecto a los modelos educativos innovadores para educar desde la nueva
perspectiva que requiere la sociedad.
Colabora y diseña proyectos con instituciones cercanas
a la comunidad y se trabaja sobre el cuidado de la salud y dependencia del
deporte para una educación inte
XD
ResponderEliminar